Los interruptores magnetotérmicos y los interruptores diferenciales son dos componentes esenciales en cualquier instalación eléctrica. Ambos se encuentran en el cuadro eléctrico de la vivienda y tienen como misión interrumpir la corriente eléctrica para garantizar la seguridad de las personas y los bienes.

El interruptor magnetotérmico se encarga de proteger los circuitos eléctricos de sobrecargas y cortocircuitos. Detecta aumentos sostenidos en el tiempo de la corriente eléctrica por encima de la intensidad admisible de los circuitos y actúa interrumpiendo la corriente. De esta manera, el magnetotérmico protege al sistema eléctrico en sí mismo.

Por otro lado, el interruptor diferencial es un dispositivo que compara la corriente que pasa por los hilos de la vivienda (fase y neutro, y en instalaciones trifásicas por los tres hilos de fase y el neutro). Si detecta una diferencia entre la corriente de fase y la de neutro, el interruptor se dispara y se desconecta. Esto indica que no toda la electricidad está yendo a parar a donde debería y por consiguiente es posible que alguien o algo tenga en estos momentos una sobrecarga eléctrica. Por lo tanto, el diferencial protege a las personas y a los equipos eléctricos de riesgos eléctricos.

En resumen, tanto los interruptores magnetotérmicos como los diferenciales son fundamentales para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de cualquier instalación eléctrica. Su elección e instalación deben realizarse siguiendo las normativas vigentes y teniendo en cuenta las características específicas de cada instalación.